Sarely Aparicio es una estudiante con discapacidad intelectual de 4.° grado de primaria que participó en la Evaluación Censal de Estudiantes 2018.
Sarely tiene 12 años. Es risueña y muy cariñosa. Ella estudia en la IE San Francisco de Borja del Cusco y está en 4.° de primaria. Su curso favorito es Comunicación.
Para María Ramírez Paredes, su profesora en la institución educativa San Francisco de Borja en Cusco, Sarely es además “participativa, la primera en llegar al aula, con ganas de aprender siempre”.
Cuando Senovia, la madre de Sarely, se enteró de que su pequeña hija nacería con Síndrome de Down, la noticia le cayó como un “baldazo de agua fría”. Desde ese momento, Sarely se convirtió en su más grande reto y lucha diariamente por sacarla adelante.
“Para Senovia no existe fin de semana, feriado o día libre, en el que no lleve a Sarely a hacer sus terapias, la acompaña con los especialistas y hace todo lo posible para que su niña tenga buenas oportunidades de desarrollo”, comenta la profesora María.
Senovia y María son profesoras, amigas y aliadas. Desde que Senovia le contó que iba a matricular a su hija en el colegio regular inclusivo donde ambas enseñan, María no dudó en apoyar su decisión. Ambas trabajan todos los días de manera conjunta para que Sarely cuente con el apoyo familiar y escolar que requiere.
(Foto: Rafael Gómez)
“Los niños con discapacidad tienen derecho a aprender junto con sus pares, en entornos regulares”, comenta Ana Núñez, especialista en Discapacidad de la Oficina de Medición de la Calidad de los Aprendizajes (UMC). “La educación inclusiva es la base de una sociedad respetuosa, en la que todos tenemos las mismas oportunidades”.
Evaluando con inclusión
La ECE 2018 evaluó, por primera vez, a estudiantes con discapacidad intelectual. La profesora María indicó que una semana antes de la prueba preparó a Sarely, contándole que iba a suceder durante los dos días de evaluación y motivándola a demostrar todo lo que sabía sin temor.
El 5 de octubre, el primer día de la evaluación, Sarely se mostró un poco tímida durante los primeros minutos de la prueba. Sin embargo, al pasar el tiempo y gracias al apoyo de la aplicadora que la acompañó, Sarely se mostró comunicativa, sonriente y respondía con naturalidad.
Para el Ministerio de Educación, las pruebas y procedimientos con adaptaciones permiten romper con las barreras que impiden o dificultan la participación plena de los estudiantes con discapacidad en las evaluaciones y, por ende, les permite el ejercicio pleno del derecho a la educación.
Ya han pasado cuatro años desde que Sarely llegó a la IE San Francisco de Borja del Cusco. En su centro de estudios, además del apoyo de su madre y su profesora, recibe el apoyo del director y de sus compañeros de salón. Asimismo, cada martes, la institución educativa recibe la visita de una especialista del Servicio de Apoyo y Asesoramiento para la Atención a las Necesidades Educativas Especiales (SAANEE) que los orienta sobre la mejor manera para trabajar con Sarely.
Finalmente, sobre la experiencia de ser la profesora de Sarely, María Ramírez confiesa: “Ella es parte de la familia del 4.° “C” y todos somos mejores gracias a ella. Mis niños han aprendido a trabajar con tolerancia, a ser más solidarios, respetuosos y, sobre todo, más humanos”.
El dato
En la ECE 2018, participaron más de 4000 estudiantes con diferentes tipos de discapacidad. Además de las discapacidades físicas, se incluyen las sensoriales, intelectuales y de trastorno del espectro autista. Este grupo fue atendido con instrumentos y procedimientos adaptados.